miércoles, 13 de agosto de 2008

Medium, mangas cortas, amarilla


Hasta hora me di cuenta que nunca he tenido una camiseta del Barcelona. ¿Cómo pudo haber pasado eso, con mis 35? La verdad que no me preocupa mucho pues el “color” va por dentro. Como dice Segovita en vivo: “amarillo hasta los dientes”.

Ese es el equipo con el que crecí al que he seguido desde aquellas tardes de domingo en el Modelo (ya dije, tengo 35), estadio que aprovecho para denunciar que estuvo mal diseñado si consideremos que al comprar un boleto de tribuna, por el cual pagabas hasta el doble de lo que cuesta la general, no te salvaba nadie del inclemente sol que sin piedad caía en una tarde cualquiera. Volviendo al tema del Ídolo, para mi es ese sentimiento del que muchos de los habitantes de este planeta tenemos con respecto al fútbol y la música, inexplicable, por decirlo menos.

Tengo muchos recuerdos, en primera persona, sobre este, mi equipo: un clásico 3 a 0 en los ´80, una noche del ´90 en que pasamos a la semifinal de la libertadores luego de un emocionante partido ya en el Monumental, contra el River Plate, por si acaso de Argentina, no el de Riobamba, la inauguración del estadio, ahí si en general, no alcanzó para más, viendo la presentación del gran Daniel Santos; la final del ´98, sólo en una suite (recién me doy cuenta que he pasado por todas las localidades que este estadio puede tener)e innumerables encuentros que ganamos, otros que perdimos, pero…así es el futbol.

Goles en vivo de Trobiani, Carlos Muñoz, Beto Acosta, Uquillas, Gavica y tantos otros, así como las atajadas de Morales, Cevallos o últimamente Sessa, fueron razones más que suficiente para acrecentar ese sentimiento tan profundo, el que irracionalmente se genera por esta pasión llamada fútbol.

Presento mis respetos para todos los hinchas de otros equipos, algunos, muchos hasta son mis amigos, pero Barcelona, en el puerto, hay uno sólo. El del barrio del Astillero y el de todo el Ecuador.

No me ha hecho falta comprar la camiseta, oficial o pirata, para sentirme profundamente ligado a mi equipo, sin embargo acabo de decidir que la compraré el día que volvamos a quedar campeones…compromiso.